Las subidas del Salario Mínimo Interprofesional en los últimos años se mueven en porcentajes
a criterio de la vicepresidenta y ministra de trabajo y economía social, así lo que antaño se movía en función del IPC más algunos puntos pasó a incrementos desligados y siempre por encima de ese indicador; así el IPC del 2022 fue del 5,7% pero el salario mínimo subió un 8% y el IPC de 2023 cerró en 3.1% pero el SMI subió un 5%.
La consecuencia es que unos cuantos convenios han optado por establecer en sus categorías más básicas en lugar de una cantidad el SMI pero otros que cobijan a muchos trabajadores se van quedando descolgados como en el caso de oficinas y despachos donde las 2 ultimas categorías se han tenido que acoplar a la anterior o el reciente convenio de Hostelería de Madrid cuyo nivel 5 tambien ha quedado por debajo del mínimo o el convenio textil y tantos otros que no vieron venir las subidas, lo que demuestra lo poco que pintan los agentes sociales.